- Lun Ene 25, 2010 14:37
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"Filipe entró directo al quirófano por el riesgo de amputación"
El galeno del club cree que en dos meses se le retirarán los tornillos y en tres podrá apoyar el pie • La recuperación se irá a los seis meses • Puede quedar alguna secuela
Filipe chutó a portería y al caer se le trabó el pie, con la mala suerte de que Gorka Iraizoz le cayó encima provocando una luxación de tobillo. Para él ya hay que pensar en la temporada que viene”. Así de tajante resumía el traumatólogo Rafael Arriaza, médico que dirigió la operación, la peor noticia en el deportivismo de los últimos años.
El lateral pasó por el quirófano en la misma madrugada del sábado para reducir una luxación que pintaba muy mal en el momento de producirse. El equipo médico dirigido por Arriaza realizó la osteosíntesis del peroné y la fijación tibio-peronea con tornillos así como una artroscopia del tobillo. "En el campo no pudimos reducir la luxación de casi tres centímetros, entró en quirófano directamente ya que había riesgo de que se tuviese que amputar", aseguró el galeno explicando que tenía la arteria tibial anterior obstruida.
"Él lo está llevando muy bien y espero que siga así y que todos nos podamos alegrar en un plazo corto"
Filipe Luis permanecerá inmovilizado con una férula de yeso durante aproximadamente cuatro semanas para iniciar posteriormente la movilización suave en descarga. Al sufrir una fractura en el tercio distal del peroné y una luxación del tobillo derecho, el tiempo estimado por los servicios médicos del club es que estará de baja seis meses.
El doctor Arriaza explicó cuáles serán los pasos a seguir ahora: Los tornillos se le quitarán a los dos meses. A los tres podrá ya apoyar el pie. Después, los fisios irán incrementando la carga de trabajo con carrera continua. Lo que dejaron muy claro los servicios médicos del equipo es que pasará mucho tiempo para poder calzarse unas botas de fútbol. "Una cosa es el trote y correr, pero los giros y los cambios de ritmo con una bota de fútbol...".
Arriaza también habló de la entereza del futbolista. El médico del Depor explicó que era el propio Filipe quien animaba al resto de personas. "Parecía un torero al que le acaban de cornear. Calmado, sereno y en todo momento sabiendo lo que tenía".
Para terminar, el doctor Arriaza quiso comentar que existe la posibilidad que haya alguna secuela. "Siempre hay riesgo de alguna limitación. Hay futbolistas que terminan su carrera con una lesión así, pero también hay otros muchos que siguen al mismo nivel que antes".
"Él es el que anima a la gente, el que le dice a todo el mundo que no pasa nada; está muy bien, aunque imagino que la procesión irá por dentro"